En España, los casos de morosidad en las comunidades de vecinos son cada vez más frecuentes. Estas situaciones de impago dificultan el correcto funcionamiento de las fincas afectadas y pueden generar conflictos entre los vecinos de las mismas. Es por ello que debemos estar informados acerca de cómo actuar ante una situación similar.
Comunicarle al moroso el total de su deuda, y pedirle que la abone.
El primer paso ante una situación de impago, siempre será pedirle al moroso amablemente si puede abonar la deuda en el menor tiempo posible. Si aun así no quiere colaborar con la comunidad, esta deberá comunicarle la decisión de llevarlo a juicio.
Celebrar una junta de vecinos.
Convocar a los vecinos para comunicarles la situación, y que uno de los puntos del día sea la aprobación de la reclamación de la deuda, especificando importe a deber, fechas de los recibos pendientes, etc.
Tomar medidas legales.
El siguiente paso será pasar a la acción, ante la negativa del vecino moroso a pagar, no quedará otra que dejarlo en manos de la ley. Primero, se reclamará a través de una petición inicial de procedimiento monitorio, un proceso que permite cobrar pequeñas deudas de manera rápida y sencilla.
Comunicarle al moroso el plazo que tiene para pagar.
El vecino tendrá un plazo de 20 días para realizar el pago. A través de burofax, se le enviará la petición de pago. Si el vecino no quiere meterse en más problemas y decide pagar, se paraliza el proceso.
Privarle del uso de zonas comunes.
Si el vecino aún se niega a pagar y los procesos judiciales tienen que continuar, hasta que estos hagan su efecto se pueden probar otras vías, como privarle del uso de zonas comunes, ya que estas se pagan y mantienen a través de las cuotas.
Recuerda, para luchar contra un caso de morosidad, siempre se está respaldado por la ley. Hay diferentes vías para que finalmente el vecino endeudado pague lo que debe a la comunidad y esta pueda seguir mejorando y adaptándose a los nuevos tiempos.